Sigue la carrera del avaluador
Los avalúos hechos sin el conocimiento profesional se convierten en un arma letal para la actividad inmobiliaria y afecta los derechos e intereses patrimoniales de muchos.
Con el decreto 1673 de 2013 empezó a reglamentarse el desarrollo de la actividad inmobiliaria. Por una parte, hizo necesario crear un registro abierto de avaluadores al que en un inicio ingresaban por la experiencia demostrada y posteriormente con formación en dicha actividad. Fue bien recibida esta autorregulación para poder demostrar la experticia valuatoria, ya que anteriormente al no existir ningún control, se daban muchas incalculables pérdidas económicas por inexactitudes o imprecisiones en los conceptos.
Acorde a la Ley 56 de 1981 se establecía que en caso de controversia en un dictamen debería designarse un tercer perito de la lista del Instituto Geográfico Agustín Codazzi. Posteriormente el código general del proceso excluyó como auxiliares de la justicia aquellas personas que estuvieran desempeñando un empleo oficial; dejando totalmente sin piso que los funcionarios del IGAC pudieran realizar esa función al ser funcionarios públicos.
En hora buena la directora general del Instituto Geográfico Agustín Codazzi bajo la resolución 329 de 2020 estableció que la lista de auxiliares de la justicia que aportaba el Instituto deberá ser obtenida del Registro Abierto de Avaluadores (RAA) ante las entidades reconocidas de autoevaluación y cuya especialidad o categoría correspondan a la misionalidad del encargo.
Esta es una excelente noticia ya que el ejercicio valuatorio cada día está haciendo carrera y por ello es vital que se exija idoneidad acreditada en su ejercicio. Los avalúos hechos sin el conocimiento profesional se convierten en un arma letal para la actividad inmobiliaria y afecta los derechos e intereses patrimoniales de muchos. Es además interesante como la actividad inmobiliaria donde se invierten grandes sumas de dinero y muchas veces recursos familiares de toda una vida, empiece a tener carrera y exigencia en su idoneidad para ejercerla; este mismo camino están empezando a recorrer otros renglones inmobiliarios por empresas certificadoras de calidad e idoneidad en el ejercicio inmobiliario.
Toda exigencia y perfeccionamiento de las actividades nos lleva a ser un país más seguro y competitivo para un mundo globalizado
